Somos seres perceptivos que necesitamos el calor del contacto, pues sin él careceríamos del poder de comunicarnos, de dar y recibir.
Se cree que el masaje es un "lujo" y sólo se acude a él cuando se necesita. Sin embargo, teniendo en cuenta el incremento de las enfermedades relacionadas con la tensión y el estrés, el masaje y cualquier terapia manual deben ser adoptadas e integradas a la vida diaria y han de considerarse parte de la medicina preventiva.